sábado, 28 de septiembre de 2013

¿DÓNDE ESTÁ LA CIUDAD DEL AMOR?



   Un lugar romántico, que los transporte a otra realidad, los aísle de los problemas, que revista los sentidos en un intento de enardecer a los ex-amantes... No nos engañemos, detrás de lo que catalogaríamos popularmente de romántico, se esconde un pensamiento mágico, de culturas primitivas, si me permiten, que aboga por la creencia de que todo se va a solucionar de manera milagrosa, envueltos en ese halo de ilusión y magia.
   Un viaje, estar en otro lugar, no transforma en nada la relación. Es como si a una persona con un trastorno depresivo le aconsejáramos que se distrajera, o le indicáramos que fuese a un balneario a relajarse y a cambiar de aires. No es esa la línea de tratamiento, al igual que no lo es para una pareja que se encuentra en crisis. No es una terapia, ni transforma la manera de relacionarse, que al fin y al cabo es lo que les ha llevado a ese lugar.
   En el campo del amor aún residen muchos mitos e ilusiones con respecto a lo que debe ser el amor, más influenciado por la magia y por los senti-mientos que por una mirada profesional (antes bañado por la mirada del poeta) que pueda desenmarañar y poner en la mesa el entramado de su relación, de esos pactos que los unen, de su sintomatología que si no se trabajan de manera individual y conjunta, harán que se marchite el amor.
   El vínculo de una pareja da lugar a numerosas situaciones en las que se reflejan lo más agradable y desagradable en el juego de la vida. Del amor, la idealización del otro, se pasa silenciosamente al odio.         No hablar de determinadas cuestiones, ocultarlas, hacer como si no ocurriera nada, hace que se ensalcen los valores de deber, tener que...cuando en la consulta se despliega su manera de desear, de enfermar, de marchitar la relación. Tomar nota de sus deseos, en lugar de reprimirlos, mentir, negar y proyectar en el otro....esa es la verdadera transformación y la única manera de vivir en pareja. Podemos seguir pensando que existe una ciudad del amor, un sitio hecho a la medida de los amantes, pero la ciencia, el psicoanálisis,que está al servicio del hombre, nos enseña que es mejor y más barato acudir a un profesional para conocerse a sí mismos, cómo movemos las fichas en el tablero, para así disminuir la angustia y vivir sin tanto sufrimiento.
Laura López psicóloga-psicoanalista
Telf 610 86 53 55