viernes, 27 de mayo de 2022

PSICOANÁLISIS DE LOS COMPORTAMIENTOS EN LAS RELACIONES: GHOSTING, POCKETING, BENCHING, CATFISHING, CLOAKING, CUFFIN....EL NUEVO DICCIONARIO DEL “AMOR” Y EL “DESAMOR”

 

PSICOANÁLISIS DE LOS COMPORTAMIENTOS EN LAS RELACIONES: GHOSTING, POCKETING, BENCHING, CATFISHING, CLOAKING, CUFFIN....EL NUEVO DICCIONARIO DEL “AMOR” Y EL “DESAMOR”

 


Una alegría honda, nunca vista,

invadía mi ser cuando mis palabras

rompían el pedestal que te sostenía

y tú, caías, humanamente hablando

en mi boca y eso

era, para mí, todo el amor.


Miguel Oscar Menassa


Hablar es lo genuinamente humano. Nos diferencia del reino animal. Las palabras hacen de puente entre la realidad psíquica y la material. En la realidad psíquica están las fantasías conscientes y las inconscientes, de las que nada sabemos pero que producen efectos en el vivir. Cuando nos relacionamos con los demás hay actos que hablan de esa realidad psíquica.


Hay terminologías actuales que se utilizan para describir situaciones que se intentan catalogar como personalidades o comportamientos generalizados que se manifiestan en las relaciones. Tendemos a querer dar una explicación, obtener respuestas de lo que ocurre con nosotros, en nuestra vida y también de lo que pasa con los demás. En cierta manera produce alivio. Como quien busca un diagnóstico, algo que le diga qué es lo que te pasa. Lo que ocurre que cuando etiquetamos, cerramos sentidos, también nos cerramos el paso de la incertidumbre, a la apertura de otra cosa, a que sólo después sabremos, a abrir sentidos. Podemos caer en la tesitura de escaparnos de la implicación de lo que nos pasa. Señalamos a la otra persona y no damos cuenta que también soy agente, que hay un deseo en mí disfrazado que se ha escenificado en mi relación con el otro.


El ser humano se construye, está en continuo desarrollo. Es decir, no hay una personalidad fijada desde que nacemos. Nuestra forma de amar y de desear, se va constituyendo, bañada por esas primera relaciones amorosas que son las familiares y que van a ser el eje de lo afectivo-sexual. Nos vamos impregnando de rasgos de otras personas y también de impresiones que han actuado más intensamente sobre nosotros. Lo que está bien, lo que está mal...nuestra moral, se constituye en sustitución a la autoridad de los progenitores que nos indicaban los límites. Renunciamos a nuestras tendencias egoístas, hostiles, eróticas... por no perder ese amor.

¿Pero qué ocurre con esas tendencias hostiles, eróticas, egoístas que están presentes en las relaciones con los demás? ¿Podríamos decir que se regresa a esos momentos infantiles? ¿Es inevitable? En el mundo, en las relaciones con los demás, no debemos confundirnos: no podemos relacionarnos con los demás como lo hacíamos en la familia. Para construir el amor y poder establecer vínculos debemos conquistar también un lugar en el mundo, entre otros, con otros. En el campo de las ilusiones no se pueden establecer relaciones por eso que las relaciones se basan en los pactos, en la palabra. Pero los sentimientos comunes son una asignatura pendiente. Es una locura dejarse llevar por los vaivenes emocionales, mejor psicoanalizarse para volverlos más civilizados y no dejar que las relaciones se rijan por ellos. Los primitivos y los niños tienen este punto en común.


 
Con la era digital, hay nuevos términos tomados del inglés que pretenden modernizar y actualizar acciones que hablan de situaciones de hace miles de años y que giran en el eje de pasar de ser un primitivo a un ser social.
 


 Comportamientos que desconciertan, que pueden llevarnos a pensar ¿con qué persona estaba? ¿qué ha ocurrido para que esto sucediera así? ¿es cosa mía o de la otra persona? Veamos algunas de las palabras y sus definiciones:


Ghosting: SE utiliza para referirse al modo de cortar las relaciones donde sin explicación previa desaparece, no da señales de vida, como un fantasma.


Pocketing Viene de pocket, bolsillo, y son relaciones donde se establece una relación oculta, que sólo está restringida a un ámbito y es como si se guardara en el bolsillo.


Benching: Hace referencia a banquillo, como si fuese la persona un repuesto. Ni contigo ni sin ti.


Breaderumbing: Viene de bread, pan, migas de pan. Es la persona que aparece y desaparece.


Catch y release: Capturar y liberar como en la pesca deportiva, conquistan y adiós. Una vez que consiguen la cita pierden el interés.


Cloaking: desaparece y bloquea la persona .


Cuffin: Se refiere a amor por temporadas, cuando tienen otros planes dejan la relación.


Curving: Se toma tiempo para contestar los mensajes, contesta escueta y monosilábicamente.


Catfishing: No es quien dice ser, creas una identidad falsa.


Cricketing: Mensaje que dejan en leído durante mucho tiempo.


Phubbing: Tiene una cita y se las pasa mirando el móvil. No está, está ausente aunque físicamente esté.


Hoovering : Proviene de pasar la aspiradora. se arrepienten, vuelven , se van.


Orbitin: hace referencia a orbitar alrededor de alguien en redes sociales , dándole a likes,viendo histories.


 


Más allá de las etiquetas y de todas estas palabras que tratan de nombrar algo que tiene que ver con la posición frente al mundo, frente a la heterosexualidad,
 entendida como la diferencia, como la inclusión en el mundo. Son desvíos del amor y del deseo, regresiones a momentos infantiles donde está el don juan, que colecciona, buscando infructuosamente a la mamá. También el amor escondido, oculto, que cuando todo está permitido se apaga el deseo. Está la imposibilidad de sumar, el castigo como necesidad para calmar una culpa, también la telaraña de la fantasía que atrapa al cuerpo y las palabras e impide establecer una relación con los otros, y sólo una relación con la imago, con el conjunto de prejuicios y los lazos de las primeras relaciones que se actualizan. Está quien quiere que le adivinen sin hablar, lo que le pasa, y que en su respuesta escueta o no respuesta, se debe acertar que algo le pasa, como la mamá que lo sabía todo. Situaciones donde no hay amor, sino el primer impacto de mirada, las ilusiones, porque amar implica pactar, resolver, hablar. Miedo a la sexualidad, a encontrarse con el otro, con lo diferente y que en algo te transforme. Por eso dejar a un lado el narcisismo y la hostilidad que genera la diferencia, y entregarse al cambio, a la incertidumbre de lo por venir, de lo por decir es una asignatura pendiente.


        Frente al otro siempre algo va a pasar ¿dejamos que pase? ¿ O nos reprimimos? Porque hay afectos que van a aparecer y que pueden no ser tolerados y eso ocasiona efectos en la realidad, comportamientos, acciones que responden a la huida, al bloqueo, a la incapacidad de respetar al otro, a incluirlo como semejante. Si el otro desaparece ¿qué tengo que ver con ello? ¿ Se puede hablar conmigo? ¿Cómo hemos construido la relación ?¿en base a qué? ¿a una imagen? ¿se puede hablar abiertamente o hay que separarse odiando? ¿Qué es hablar, decir cualquier cosa? A veces el corte es el silencio, porque no se han establecido unos parámetros adecuados para conversar, se invade al otro, se quiere llevar la razón, no se toleran los espacios y hay que establecer un límite necesario. También puede haber una acumulación. Cuando todo se enquista estalla desplazado en lugares que no tienen esa magnitud. Hay vínculos que generan incomodidad, se siente amenazado, dejando claros avisos que así no se puede y donde cada palabra es una confrontación. Mejor aprender a hablar, a reorganizar ciertos aspectos en uno porque puedo llegar a utilizar al otro de escenario inconscientemente. Tenemos que tener en cuenta que la relación que tenemos con nosotros mismos va a determinar nuestra relación con los demás.


        No hay situaciones en general, sino que en cada persona se va a jugar algo de cada uno. Hay pactos inconscientes que hacen que se engarcen y se lleven a cabo este tipo de relaciones. SI se repiten es que algo en uno se repite.

Mejor no entrar en el bucle de los por qués, porque aunque se intente llenar la incertidumbre y el vacío con explicaciones, mejor aceptar la realidad y psicoanalizarse, para poder tomar distancia de lo afectivo que embarga, transformar alguna cuestión interna y redimensionar las relaciones con uno mismo y los demás. La complejidad de las relaciones tienen una lógica inconsciente.



                                                                       Laura López Psicoanalista Grupo Cero

                                                                                         y psicóloga colegiada  

                                                                                       www.lauralopezgarcia.com

lunes, 20 de febrero de 2017

CUANDO UNA PAREJA NO ES UNA PAREJA



   “Mujeres, separaos, que los obreros del mundo se unieron y fracasaron. Nosotras con nuestros cuidados maternales destruiremos a los hombres.” Uno de los personajes de una película de Miguel Oscar Menassa, nos muestra cómo la dialéctica maternal, cuando va más allá de los cuidados propios de la especie, puede llegar a destruir el desarrollo psíquico normal de un individuo. Si lo llevamos al terreno de la pareja, vemos muchas problemáticas en lo referente al amor y al deseo, al ser hombre, al ser mujer, amante y amado. Sin producir un encuentro con el goce, cercenan posibilidades y despliegan su sexualidad en esa regresión infantil, donde uno hace de madre y otro de hijo. “Con quién has estado”, “qué has estado haciendo”, “cuéntamelo todo”, “una pareja tiene que decírselo todo al otro, ¿no confías en mí?” son frases que circulan en una dialéctica cerrada que recuerda más a esa relación donde le contabas todo a tu mamá, una relación que tilda más de exclusiva y excluyente, donde el otro no es el otro, sino una rememoración infantil.
    ¿Haces de la persona que te acompaña, en lugar de una conversación abierta a la libertad y al goce de la conversación, un interrogatorio? Puedes estar reprimiendo al otro, y lo que se reprime, con más fuerza luego actúa. Se van generando sentimientos hostiles que no se les pueden dar cauce, aconteciendo irremediablemnte “síntomas” en la relación (como por ejemplo falta de deseo, problemas sexuales, e incluso trastornos psíquicos y somáticos)
Hay una parcela de intimidad imprescindible que hay que construir en la pareja, necesaria para el desarrollo individual y de ambos, para que cuando haya un encuentro, sean varios encuentros donde se desplieguen otras posibilidades, otras frases, otros pensamientos, otros de uno mismo que sorprendan, que estimulen el deseo. Porque una persona es el resultado de otras bocas, de otros encuentros, otras frases, pensamientos, lecturas...que propician el juego en la relación y establecer esa idndividualidad tan necesaria, porque no hay dos sin tres.
  ¿Qué es confiar? La confianza es permitir el crecimiento del otro. Reside en poder elaborar pactos posibles,en aprender a conversar para escuchar lo que realmente cada uno desea, observar los elementos que en uno y en otro se ponen en juego y darles un cauce adecuado. Es estar con el otro en el tiempo que toca, que uno tiene que estar, no en el antes ni en el después.
   Cuando el amor y el deseo están unidos en un mismo objeto, hablamos de una sexualidad adulta. Cuando el otro no es objeto de mi deseo, puede tratarse de esa madre fálica, totipotente, que todo nos calma ¿y así cómo vamos a desear? Se reviste a los objetos actuales en objetos incestuosos, en el sentido de que son posiciones inconscientes, que uno actúa, que se pone en ese lugar una y otra vez sin darse cuenta, repitiendo, en un juego de identificaciones con figuras familiares (con su papá, con su mamá...) cuestiones infantiles no resueltas donde él o ella (y ambos porque en una relación siempre hay un pacto inconsciente) reviven “sin querer”. Actúan en el presente como una proyección, una pantalla, y el otro no es el otro entonces, es un fantasma familiar, una repetición de una posición que no logra resolver. Hay quien repite las mismas frases, en el presente, a esa madre, de la cual siente no haber recibido cariño, o reclama a ese padre, en el otro, un amor que le fue vedado en su yo infantil, y que ahora inconscientemente borda en su tapete actual familiar.
   Nada es lo que parece. Por eso es que los consejos, las pautas, no sirven en una problemática que se extiende más allá de lo razonable. Uno hace, toma posiciones, sin darse cuenta, porque hay una tendencia que es más fuerte que uno mismo y eso, es algo inconsciente, que hay que resolver con un terapeuta de parejas con formación psicoanalítica.

Laura López, Psicoanalista Grupo Cero
Telf.: 610 86 53 55

lunes, 12 de diciembre de 2016

LO QUE SIEMPRE TE HAS PREGUNTADO DE LA TERAPIA DE PAREJA




¿QUÉ ES LA TERAPIA DE PAREJA?
    La terapia de pareja es una herramienta muy eficaz que proporciona una transformación en el seno de la relación, que o bien está anclada, estancada, o padece de diversas problemáticas que hacen ver la relación como sufriente, insatisfactoria, o donde la culpabilidad y el reproche nublan el día a día.
   También actúa como un lugar donde poder hablar y pensar cuestiones con una persona externa y profesional que le va a escuchar sin juzgarlo, atendiendo a la dimensión de sus deseos verdaderos, en esa complejidad humana. Hay cuestiones que si se tratan con personas cercanas, familiares, o la misma pareja, hacen que esas relaciones se estropeen. Opininiones todo el mundo tiene y uno siempre elige la que es más acorde a su forma de pensar. El profesional, en este caso terapeuta de parejas con formación psicoanalítica, va a escuchar aquellos elementos que pasan desapercibidos para otras personas, y que tienen que ver con los deseos inconscientes que producen a veces un conflicto interno y, en consecuencia, situaciones y relaciones que no se entienden y que se escapan a lo razonable.

¿PARA QUÉ SIRVE?
    Sirve, en unas ocasiones, para lograr tomar las decisiones más adecuadas para el seno de la pareja o de la familia y para la persona individual. Sabemos de cómo la moral y la ideología familiar hacen mella en la persona. Hay formas de pensar que coartan el desarrollo y la satisfacción individual, conllevando inevitablemente a rupturas y a posiciones en la relación donde el bienestar está ausente.
    También es muy importante para poder resolver y transformar problemáticas que se instalan en la pareja. El amor y el deseo son producto-efecto de un trabajo y hay prejuicios y deseos incosncientes (que son los verdaderos, los que guían nuestros pasos) que si no se les da el cauce adecuado, pueden hacer que no se construya una relación sana. Cada miembro de la pareja viene de familias diferentes, de una manera de entender el amor y el deseo, que a veces choca con el otro, haciéndose de espejo. Hay discusiones y cuestiones de las que nunca se sale de ahí, y se repiten una y otra vez, como en un bucle. Hay algo más allá de lo aparente, que guarda relación con elementos y conflictos internos de esos “fantasmas” familiares y maneras de aprender a amar y desear. No olvidemos que las primeros objetos amorosos y donde se aprenden los sentimientos es en el seno de las primeras familias.
    Hay personas que acuden como forma de consulta, para lograr tener un espacio y adquirir herramientas más realistas y acordes a sus deseos y a los de la relación. Otras, cuando ya están instaladas cuestiones que se les hace muy difícil sobrellevarlas: infidelidad, celos, envidia, monotonía, relaciones conflictivas, problemas en la educación de los hijos, problemas con las familias políticas, problemáticas sexuales (impotencia, eyaculación precoz, anorgasmia, falta de deseo...)
   Si alguno de los miembros de la pareja no quiere asistir, puede acudir la persona que sí lo desea, porque el hecho de que comience la terapia, va a permitir que esa relación de espejo se rompa, y pueda pronunciar otras palabras que le llevarán a otras reacciones y situaciones. Cuando el papel de uno de ellos cambia, el otro también actúa de otra manera.


¿PARA QUIEN ESTARÍA INDICADA?
    Estaría indicada para toda aquella o aquellas personas que quieran mejorar sus relaciones, que necesiten un lugar para poder hablar y liberarse de conflictos y cuestiones que le inquietan, para aquellas que quieran transformar una problemática en conncreto y, sobre todo, todas aquellas que decidan vivir mejor años futuros.

¿ES COMO DAR CONSEJOS?
    Consejos todo el mundo da, parace que es más fácil resolver lo ajeno que lo propio, pero los consejos son un arma de doble filo. Lo que sirve para una persona, para otra no es válido, e incluso en una misma persona no sirve tampoco dependiendo del momento.
   Además, cada uno va a hacer como suyo el consejo que sea más acorde a lo que uno piensa, y eso no le transforma a uno en nada, sino que le mantiene en esa forma de hacer que le está conduciendo a la insatisfacción o la problemática. Padecemos de nuestra forma de pensar.
   La terapia le proporciona una escucha en la que podrá entender cuáles son sus verdaderos deseos y donde se construirá una nueva personalidad que podrá utilizar cuando necesite. La terapia no se va meter en su forma de ser o de pensar, le ayudará a hacer los cambios necesarios y a resolver muchas cuestiones que no le permiten alcanzar un bienestar. La realidad depende de la interpretación que se haga de la misma, de su mirada, y la mirada está bañada por los prejuicios y por la moral. Hay cuestiones que se catalogan y se juzgan de manera que no se ve lo que realmente hay de transfondo, que el profesional terapeuta de parejas le va a ayudar a descifrar y permitirle saber que nada es lo que parece. El deseo a veces toma derroteros tan inverosímiles...

¿CÓMO SABEMOS QUE ELEGIMOS AL PROFESIONAL ADECUADO?
    Le recomendamos elija un profesional que se encuentre en formación continua, con el respaldo de una Escuela, que esté en una comunidad de profesionales, donde le garantice que esa persona cuida de su formación, tiene sesiones individuales propias donde cuida también de su salud mental y realiza supervisiones de casos.



Laura López, Psicoanalista Grupo Cero y
experta en Terapia de Pareja y Sexualidad
Telf. 610865355
www.terapiadeparejaenmalaga.es

domingo, 11 de diciembre de 2016

INFIDELIDAD: ¿PERDÓN, OLVIDO, RUPTURA..?

 


     NO HAY UNO SIN DOS, NI DOS SIN TRES. El otro es el que viene a marcar una separación, una distancia y lo que hace que se funde el deseo, que seamos deseantes más allá de la relación “simbiótica” con la madre. El tercero nos civiliza, viene a marcar esa separación tan necesaria para que podamos diferenciarnos y para poner la líbido en el mundo.
     En la complejidad del ser humano y en sus relaciones donde el amor, el deseo y el goce se conjugan frente al otro, ocurren muchas cuestiones que “se escapan”, que no se entienden, que uno cree tener bajo control pero que no funcionan, y donde la moral muestra un camino que se torna imposible y que ahoga, hace dar curvas para mostrar a veces un sin sentido que habla de nuestra verdad, la verdad del deseo.
    Hay personas que aun estando físicamente con la pareja, no se encuentran allí. Hay síntomas sexuales que hablan de que el otro no es, y traiciones que se cometen aireando aspectos privados de esa relación con otras personas. ¿Relaciones sexuales y el otro se entera? ¿No ha sido "sincera" esa persona y tendría que haberlo hecho de otra manera? Hay que tener en cuenta que aquello que ocurre en la relación tiene que ver con una implicación inconsciente de ambos, más allá de lo que se pueda señalar desde fuera. Lo que ha acontecido, la forma en que se ha desvelado y el hecho de que se haya desvelado, tiene que ver con otra cosa que lo aparente. NO HAY BLANCO O NEGRO, MAL O BIEN, eso entra dentro del orden de la moral y aquí no estamos hablando de eso, no es cuestión de juzgar a nadie ni de buscar culpables. Hay que recordar que nadie es posesión de nadie.
       HAY QUIEN BUSCA QUERIENDO ENCONTRAR, porque en una posición neurótica, donde el estar bien, es muy intolerado. Es como si se provocaran pequeñas crisis para avivar la relación.
    Hay SITUACIONES DONDE LA INCLUSIÓN DE UN TERCERO MARCAN UN ANTES Y UN DESPUÉS en la relación, DONDE INCLUSO HACEN MEJORARLA. Sí, porque digamos que a veces funciona como un síntoma, donde señala que algo no iba bien. Hay personas que van renunciando a su parcela personal y en lugar de producir su propia vida y encontrarse con el otro en el orden del deseo, lo hacen aquejados de obligaciones, imposiciones y en el orden de lo necesario, y se busca así inconscientemente esa fusión de dos personas en una, recordando, claro está, a esa relación materno-filial. ¿Así cómo va a acontecer el deseo por el otro?
    También se confunde lo familiar, ser padre y madre, con ser hombre y mujer, y se aparta de esta manera la posibilidad de seguir construyendo la pareja. TODO ES PRODUCTO-EFECTO DE UN TRABAJO, TAMBIÉN EL AMOR Y EL DESEO. El hecho de que otra persona desee a la pareja hace que se vea como un hombre o como una mujer y se aviva la llama de la pasión. No olvidemos que se desean deseos.
     En otras ocasiones tiene más que ver con un deseo del que dice ser “víctima” de esa infidelidad (un deseo inconsciente) puesto en juego en la figura del otro. Por ejemplo, los celos paranoicos, tienen más que ver con un deseo reprimido, no tolerado, siendo la fórmula : yo no soy quien lo desea, sino mi pareja, y ahí, en esa fijación, poco importan las certezas que se puedan encontrar en la realidad, porque lo que está en juego siempre es la realidad psíquica, que es la que genera la realidad material.. HAY DESEOS PROPIOS QUE NOS ESCANDALIZARÍAN Y QUE SE MANTIENEN REPRIMIDOS. Reprimido no quiere decir olvidado, apartado, porque esos deseos tienen una energía muy fuerte que siempre se manifiestan de alguna manera, y lo hacen de forma disfrazada. Hay cuestiones reprimidas que están en la base de muchas problemáticas en la pareja y que no se ven, sólo se sabe de ellas por los resultados y es la interpretación psicoanalítica la que nos da luz, desmorona y transforma esos “síntomas”.
    CUANDO LA INFIDELIDAD SIRVE PARA ROMPER LA RELACIÓN ES PORQUE ESA RELACIÓN YA ESTABA ROTA, O PORQUE PUDO MÁS LA MORAL QUE EL AMOR. La moral puede llegar incluso a matar y hacer desgraciadas a muchas personas. No estamos hablando de la ausencia de límites, porque los límites son muy necesarios en la vida, pero también es muy necesario saber de nuestros deseos para llegar a conciliarnos con nosotros mismos y darles el cauce más apropiado posible. La palabra es un cauce para ello pero con la escucha y la interpretación del psicoanalista, porque no olvidemos que siempre hay un deseo inconsciente que se muestra como realizado en las situaciones más ilógicas y sufrientes que nos podamos llegar a encontrar.

Laura López, Psicoanalista Grupo Cero y
experta en Terapia de Pareja y sexualidad
Telf.:0034 610 865 355         
lalgpsico@gmail.com